La marihuana y el mito de las "drogas blandas"
por Cristina Noble
Este artículo fue escrito por Cristina a principios de 2005 y -misterios de la resistencia a hablar del tema- fue rechazado en varios de los medios en los que ella publicaba habitualmente sus colaboraciones entonces. Se verá toda la vigencia que mantiene.
La marihuana es una droga pesada, peligrosa, capaz de provocar distintos
tipos de patologías psiquiátricas. Contrariamente a lo que suele
divulgarse, el cannabis, como cualquier droga que afecta el Sistema Nervioso
Central, no es inocua, y mucho menos la especie que circula en la actualidad: si cualquier tipo de marihuana puede causar alteraciones mentales, la que se
comercializa hoy en día tiene un efecto tóxico mayor.
No es la misma marihuana la que se consumía en los sesenta y setenta, en
los tiempos del "flower power", que la que hoy en día se vende a la
salida de los colegios. La diferencia radica en la concentración de THC -
tetrahidrocannabinol, la sustancia psicoactiva principal del cannabis.
Veamos; mientras un "porro" actual normalmente contiene un 20 por
ciento de THC, en los sesenta, el porcentaje estaba entre un 0,5 y un 3 por
ciento.
En el último informe de la Academia de Ciencias de Francia se afirma que
la especie "cannabis roja" que está a la venta puede tener un 20 % de concentración de THC, lo cual induce a la Academia a considerar que "el control de esa sustancia representa sin duda una urgencia sanitaria".
¿Cómo actúa el THC en el Sistema Nervioso Central? Modificando los códigos
de percepción. Para decirlo en otros términos, cambia la manera en como la
información sensora llega y es procesada por el hipocampo. El hipocampo es
un componente del sistema límbico del cerebro que es crucial para el
aprendizaje y la integración de experiencias sensoriales con emociones y
motivaciones. Las neuronas del sistema de procesamiento de información del
hipocampo y la actividad en las fibras nerviosas son reprimidas por el THC
causando una percepción distorsionada de la realidad, como por ejemplo,
dificultad para pensar , pérdida de la memoria, de la coordinación,
ansiedad y ataques de pánico.
La descripción de los investigadores Jaffe & Cols reseñada en una
monografía de divulgación masiva"Addictions", sintetiza los efectos que
produce una intoxicación aguda por cannabis. Dice en un párrafo: "Si usted
fuma un cigarrillo medio (que contenga unos 10 mg de THC) notará en seguida
cómo le incrementa el pulso, quizá inicialmente tendrá una vaga sensación
de que el tiempo se vuelve más lento…si continúa fumando las sensaciones auditivas, del gusto, del olfato y del tacto le parecerán más vivas…a veces le darán ataques de risa sin motivo aparente. Usted quizás se preocupará por sus
fallas en la memoria, o por la imposibilidad de lograr un mínimo de
concentración; a veces se dará cuenta de que no puede recordar lo que
acaban de decirle (como si fuera un anciano), tampoco podrá terminar una
explicación que había comenzado. Incluso puede experimentar sensaciones
desagradables o espantosas, sintiendo sospechas irracionales en su torno…Si
usted es sensible a la droga, los cambios en la percepción y en las
sensaciones pueden producirle ansia, pánico, sentimientos de persecución;
podrá escuchar voces y ver imágenes inexistentes…incluso puede creer que se
está volviendo loco…"
El médico psiquiatra José Capece, vicepresidente del capítulo de
drogadependencia de APSA, (Asociación de Psiquiatras de Argentina)
advierte: "Actualmente sabemos que la marihuana –la droga ilegal más aceptada socialmente- es responsable de un 8 % más de episodios psicóticos que los que ocurren entre la población que no la usa; sabemos que produce
dependencia y presenta problemas de abstinencia. La típica lentitud motora
que causa el cannabis aumenta los riesgos de accidentes. El más frecuente
de los efectos es el llamado síndrome amotivacional que se presenta en más del 50 % de los consumidores frecuentes de marihuana. Se caracteriza
específicamente por la falta de iniciativa. Uno percibe una verdadera
amputación de los aspectos más exquisitos de la condición humana y es esto
lo que a mi criterio la hace una droga taimadamente mentirosa. Por un lado
da la ilusión, en lo inmediato, de aumentar la intensidad de lo percibido,
y este mismo proceso conduce al aislamiento y a un ensimismamiento peligroso, a una vida psíquica cada vez más empobrecida. Así, nos encontramos con gente abúlica, sin interés. Quizás no llegan a la depresión, es más sutil: es gente que no puede quejarse; no cuestiona ni intenta modificar nada porque no puede".
Un informe publicado a fines del año pasado en el British Medical Journal, no
difundido en nuestro país, advierte que "la depresión y la
esquizofrenia en el futuro son algunos de los riesgos que corren los
adolescentes fumadores habituales de cannabis". El consumo frecuente de
esta droga incrementa el riesgo de padecer depresión y ansiedad en la edad
adulta, también se advierte. Dichos efectos deletéreos parecen depender del
THC que aumenta la liberación de dopamina en el tracto mesolímbico
cerebral, con un mecanismo similar al de cuadros psicóticos.
Explica el doctor Manuel Luis Martí, docente de medicina en la UBA y en la
UCA, que de acuerdo a un estudio realizado en Suecia y publicado recientemente, obre más de 50.000conscriptos seguidos durante 30 años, "se demuestra en forma clara ue la marihuana se asocia con un riesgo aumentado de desarrollar esquizofrenia en elación con la cantidad empleada de la droga. Asimismo, se pone en evidencia que las lteraciones psiquiátricas no dependen de la utilización de otras drogas ni de los rasgos e personalidad anteriores a la enfermedad. En Holanda, donde el problema de las adicciones se ha incrementado a partir de la liberalización de su uso, un estudio de 4000 personas seguidas durante 3 años demostró asimismo una estrecha relación
entre marihuana y psicosis, quedando en claro que la duración de la
exposición a la droga predecía la intensidad de la patología psiquiátrica".
El doctor Martí subraya además que diferentes estudios publicados en los
últimos dos años evidencian como factor común para la aparición de los trastornos psiquiátricos el uso precoz del tóxico, aún en dosis mínimas como 3 cigarrillos (no por día, sino como dosis total). Los riesgos de sufrir fuertes depresiones y el incremento de ideas suicidas entre consumidores adolescentes son otros aspectos que señalan las investigaciones.
Según reseñan diversas investigaciones, la cannabis produce una
hipermanifestación del estado de ánimo del sujeto previo a la intoxicación;
esto sería particularmente importante en los casos con una situación
depresiva previa, por ejemplo.
"Nos matamos los viernes a la noche; primero empezamos con la birra y
después viene lo demás", admite Ignacio I., 17 años. Lo demás es la
marihuana, la droga más popular en los sectores jóvenes por su bajo costo,
fácil acceso y su fama de inocua.
La desinformación hace que muchos compren el argumento de que el cannabis no es riesgoso en sí mismo, y que no crea adicción; el único problema, se dice, es que resulta la puerta de ingreso al consumo de otras sustancias más pesadas como la cocaína o el éxtasis. Y sin embargo, esto no sería así: la marihuana es adictiva de acuerdo a investigaciones efectuadas recientemente. Según un trabajo publicado en noviembre último en "Nature Neuroscience", el cannabis crea más dependencia que lo que se pensaba. La investigación, realizada en monos, ha revelado que los animales se
"enganchan" al cannabis con tanta intensidad como lo hacen con la cocaína.
Además, realizaron otro experimento con ratones para identificar el
mecanismo cerebral que determina la adicción al THC. Después de haber sido
inyectados con esta sustancia, la búsqueda de esta droga y sus efectos
persistía, sólo cuando los ratones fueron inoculados con una suerte de
valla química del receptor cerebral de tetrahidrocannabinol. Sólo después de
recibir esta inyección los monos perdieron interés por la droga y se
calmaron.
El tetrahidrocannabinol se absorbe con rapidez y puede ser retenido
durante 45 días o más después de ser asimilado, lo que complica el cuadro de los fumadores habituales de marihuana por la acumulación tóxica del
tetrahidrocannabinol en el organismo. Debido a la elevada liposibilidad de
los cannabinoles (fijación en los tejidos grasos) se estudia los efectos
indeseables provocados a la eventual acumulación en el organismo. Esto
explica, en parte, el difícil y lento proceso de desintoxicación y la
necesidad de evitar la recaída.
De modo que la dependencia que crea la marihuana sería evidente; sólo
largos y costosos tratamientos podrían neutralizar la adicción de los
consumidores a esta droga mal llamada liviana. ¿A qué se debe entonces la
buena fama del cannabis y la atmósfera de tolerancia social hacia su
consumo que se vive en la Argentina?
El doctor Capece cree que "la apropiación de un discurso más permisivo por
parte de importantes sectores de nuestra comunidad no es casual " y aunque
afirma no creer en teorías conspirativas, dice que no es bueno ser ingenuo:
"Han de existir poderosos intereses: de sólo pensar en el dinero que está en juego, es lógico creer que existen. Los expertos hablan de verdaderas operaciones de prensa para promocionar el consumo…"
Una promoción que tiene un éxito visible entre los más jóvenes: basta
recorrer distintos centros bailables de la Capital y el conurbano los fines
de semana para darse cuenta; cientos de chicos quedan a la deriva tras un
cóctel de marihuana y alcohol; algunos logran treparse a un taxi que lo
devuelva a casa; otros quedan desplomados en portones y veredas hasta que
el sol los recupera o alguien se apiada de ellos.
ARGENTINA: CADA VEZ SON MÁS CHICOS
LOS QUE CONSUMEN MARIHUANA
Una investigación de Sedronar –Secretaría de Programación para la
Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico- centrada el último año en la población estudiantil de todo el país indicó que un 1.5 % de los chicos comprendidos entre 12 y 14 años había consumido drogas ilegales; cifra que escala a casi un 6 % tratándose de jóvenes incluidos entre los 15 y 16 años y llega al 10,4 por ciento en la franja que va de los 17 a los 18 años. Y la marihuana es la más consumida.
El gobernador Felipe Solá reconoció recientemente que, en su provincia,
Los jóvenes compran drogas con la misma facilidad con que se adquiere un cigarrillo.
Vale agregar que lo mismo ocurre en la Capital y en los principales centros urbanos de todo el país.
Un estudio realizado por la subsecretaría de Lucha contra la Drogadicción
reveló que el 10% de los estudiantes secundarios bonaerenses probó sustancias
prohibidas por lo menos una vez. En la provincia de Buenos Aires, la
marihuana, también es la más difundida de las drogas entre los
adolescentes.
El ministro de Interior, Aníbal Fernández, dispuso en las últimas semanas dejar de reprimir “a los perejiles”; se refería, aclarí, a “los pequeños comerciantes y los adictos tenedores”. La Asociación antidrogas de la República Argentina cuestionó severamente esa decisión, ya que estimó que precisamente esa es la franja que vende a los jóvenes al menudeo “La medida que ejecuta el Ministro del Interior condena a una muerte segura a cientos de jóvenes, quedando él como único responsable de permitir el accionar de una asociación ilícita, que ofrece drogas en cada esquina de la Capital Argentina”, declaró la institución.
LOS BEBÉS Y EL CANNABIS
Otro aspecto a considerar del consumo de marihuana es la transmisión de THC
durante el embarazo. >En la Universidad La Sapienza de Roma se realizó un experimento con ratas preñadas ( el estudio se publicó en la revista de la asociación Americana para el Progreso de la Ciencia); estos animales fueron inyectados con una sustancia similar al cannabis, el objetivo era comprobar el efecto de la marihuana en los embriones. El resultado de la experiencia,
publicado en marzo de este año en la revista científica "Asociación Americana para el progreso de la ciencia", demostró que las crías sufrieron alteración de
la memoria; la sustancia les provocó un trastorno neurofisiológico del
hipocampo con consecuencias a largo plazo. Del mismo modo, la marihuana
afecta a las células nerviosas, alterando algunos procesos electro-fisiológicos relacionados con la asociación y el recuerdo.
El experimento de la Universidad de Roma confirma las teorías
Desarrolladas por científicos canadienses tras observar disfunciones de la memoria en los bebés cuyas madres habían consumido marihuana.
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